Aprovechando la exposición de Benajmin Lacombe, tuvimos la oportunidad de asistir a la exposición de la nueva película de Disney, “Cenicienta” que se realizó en el mismo Museo ABC de Madrid hasta el pasado día 8 de marzo.
Esta exposición recogía lo más relevante de la historia de la película tanto la primera versión en 1950, como la película de dibujos animados o la última adaptación en “carne y hueso” que se estrena hoy en cines de toda España.
El inicio de la exposición muestra una serie de bocetos originales, ilustraciones y carteles de la película de dibujos animados que se realizó de la mano de Walt Disney en el año 1950
El primer modelo que encontramos es el nuevo vestido de la Cenicienta y el Príncipe, que a nuestro juicio nos encanta (aunque debemos señalar que la talla de la actriz nos pareció demasiado ajustada o reducida, pero bueno…). El vestido parecía de una autentica princesa, confeccionado con cristales Swarovsky, desde el principio (sí, ella llevaba una redecilla con cristalitos) hasta el final, que terminaba con una pequeña cola. El traje del Príncipe era bastante similar al del personaje de dibujos animados, en un tono blanco perla y entallado.
A continuación nos encontramos con los vestidos de Anastasia y Drisella, las hermanastras de la protagonista. Dos vestidos muy peculiares, muy florales pero llevado a la exageración, con tonos muy vivos y colores muy fuertes con los que se nota que los personajes querían llamar la atención a cualquier precio en el baile. Ambos conjuntos combinan con los abanicos que portaban, con los mismos tonos que los vestidos y con plumas en el final, con diseño similar al vestido.
El vestido de la madrasta refleja la personalidad del personaje en su vestido. Un vestido de tono verde oliva (algo que podría hacer referencia a la envidia), con un porte elegante, refinado, sin florituras, sobrio pero destacable denotando poder, haciendo referencia a la clase social que quiere hacer creer a los presentes con la intención de destacar pero no por encima de sus hijas. También queremos destacar la caída del vestido visto desde diferentes perspectivas, ya que es muy bonita, muy voluminosa pero sencilla. Como complemento, al igual que sus hijas, sostiene un abanico y un bolso con los mismos tonos que los guantes, dorados y verdes, para diferenciarlo del vestido y que visualmente destaque.
Llega el turno de la verdadera protagonista de la historia, porque sin ella, Cenicienta no tendría ese maravilloso y renovado vestido, y desde luego, ella no se iba a quedar atrás. Bibidi babidi bu! El increíble vestido de la Hada Madrina nos dejó igual de boquiabiertas que el de Cenicienta, en particular por el detalle de la varita que nos pareció espectacular (y nos recordaba a cierta Bellatrix…). Eso sí, la pobre Helena Bonham Carter lo tuvo que pasar fatal rodando con el vestido, ya que el escote seguro que la apretaba un poquito. El vestido blanco también estaba caracterizado por llevar estrellas y perlitas de Swarovsky.
Siguiendo con la visita y llegando casi al final de esta, destacamos la extensa colección de zapatos expuestos que nos dejaron con la boca abierta. Aquí os dejamos algunas imágenes con sus respectivas descripciones:
Por último y para finalizar el recorrido de la sala, había un trono en el que te podía sentar y que justo al lado estaba EL zapato. En mayúsculas. Por supuesto está no era el original pero debía de pesar lo mismo, que era una barbaridad, y con el que te podías hacer fotos, cogerlo, manosearlo y todo lo que quisieras (con moderación, claro) para escenificar la escena de tu cuento de ensueño.
Esperamos que os haya gustado la crónica y hayáis podido disfrutar de las imágenes aunque no llegarais a ver la exposición.
Por último y para finalizar el recorrido de la sala, había un trono en el que te podía sentar y que justo al lado estaba EL zapato. En mayúsculas. Por supuesto está no era el original pero debía de pesar lo mismo, que era una barbaridad, y con el que te podías hacer fotos, cogerlo, manosearlo y todo lo que quisieras (con moderación, claro) para escenificar la escena de tu cuento de ensueño.
Esperamos que os haya gustado la crónica y hayáis podido disfrutar de las imágenes aunque no llegarais a ver la exposición.
me encanta la cenicienta...y por supuesto tu entrada. sigueme http://wordsstreet30.blogspot.com.es/
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